Castellers

¿Qué pericia, qué fuerza individual aunada en un equipo hace falta para que un grupo de personas levante una torre, aupando al mas débil de sus miembros a rozar el cielo de los valientes con los dedos?
Esto es poco más o menos lo que realizan els castellers, esos Hércules modernos, cada día festivo en todos los rincones de Cataluña, pero lo que hoy se nos aparece como una atracción festiva, como un deporte de equipo, en sus inicios era algo mucho más importante, tanto que de esa pericia dependía la vida de sus arriesgados componentes y la consecución de logros mucho más importantes que los laureles de la victoria en una competición deportiva.
No existe mucha documentación histórica sobre el inicio de esta tradición, si bien es cierto que se puede rastrear hasta la Alta Edad Media, momento en el que la guerra toma una forma diferente, los asedios son necesarios, castillos, torres, masías almenadas, todos ellos son susceptibles de albergar al enemigo, y si no se disponen de medios hay que inventarlos, y a eso, a inventar, a buscar opciones el pueblo catalán está genéticamente predispuesto, sea con el seny o con la rauxa, para conciliar o para conquistar...
El primer documento que nos habla de una torre humana de estas características se remonta al siglo IX, nos explica como los campesinos, cansados de las depredaciones de cierto señor dado al bandidaje, asaltan la torre donde se refugiaba creyéndose seguro tras los muros que el creía inexpugnables, así haciendo una torre humana al amparo de la noche consiguieron los siervos asaltar la muralla del Señor de Fossabaja y asesinar a todos los defensores del bastión.
Más adelante entrado el siglo XIII, en Grecia, se hace mención a la "anthropinos pirgo", la torre humana, táctica usada por los fieros almogávares, que con total desprecio por sus vidas, soportando todo lo que el enemigo a asaltar les arrojase desde las murallas, levantaban sus airosos "tres de nou amb folre i manilles", aunque en este caso la anxeneta fuese un guerrero armado con la famosa lanza.
Poco más le queda al historiador que encontrar sobre esta tradición, la artillería descubrió un mundo nuevo para los asediadores, aún así, esas piezas de fuego no estaban al alcance de cualquiera y podemos encontrar referencias durante los siglos XIV y XV a masías almenadas, torres y fortalezas de pequeño calado que fueron expugnadas de forma misteriosa, al amparo de la noche, sin que mediase cuerda o escalera... después de cada acción guerrera, o guerrillera seria lo correcto, el pueblo para celebrarlo hacía demostraciones públicas de la proeza, aprovechando el día del Señor y después de acudir a misa. Pasado el tiempo cada pueblo tenía su propia "colla castellera" que rivalizaban entre sí para alzar los monumentos humanos más gráciles, más airosos o más difíciles de elevar. Naturalmente, estas demostraciones festivas no contaban con el beneplácito de la clase alta, que veía en ellas la latente amenaza de una rebelión, aún así fueron aceptadas hasta que con la instauración de la Monarquía Borbónica fueron totalmente abolidas, en un intento de erradicar no solo la probabilidad de una revuelta, si no un rasgo de la cultura catalana, un nuevo intento de españolizar a Cataluña negando la cultura autóctona.
No fue hasta el siglo XIX que con la Renaixença que se volvieron a revalorizar las antiguas tradiciones y els castellers fueron considerados de nuevo parte de la historia y del folclore catalán y poco a poco se crearon nuevas "collas" y se volvió a competir por alzar esas góticas catedrales humanas.
Para acabar y desde este blog me gustaría lanzar mi guante a todo aquel que aún después de leer este artículo, sigue defendiendo la descabellada teoría de que una tradición tan arraigada y tan antigua solo se inició hace 150 años, cuando como he demostrado ese es el tiempo que hace que se retomó, dadas las condiciones políticas y sociales idóneas, una tradición que podría decirse milenaria.

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Comentarios: 2
  • #1

    Carlottenkabren (domingo, 06 septiembre 2015 20:04)

    Gracias por la enriquecedora disquisición. ¿El señor de Fossabaja era terrícola (de la terra) o extraterrestre (de fora de la terra?

  • #2

    La serp del desert (domingo, 13 septiembre 2015 19:19)

    Els castellers són un signe dels catalans fa milions d'anys, d'aixó no hi ha dubte, coneguts internacionalment a tot el món!