La aventura de mentir



Flavit Jehovah et dissipati sunt

Estimados lectores, seáis póstumos o no:
Toda narración requiere principio y principio le doy.
Mi nombre y título son Sr Cucurrucucú, doctor en historia. 
Toda mi vida, desde niño, he tenido una sola pasión: la historia, la historia y sus verdades; desentrañar y descubrir las mentiras del ganador, del poderoso, que utiliza la historia como vehículo de propaganda, y así alcanzar la Verdad Histórica, nirvana de todo historiador.
Hace ya años que empecé a tener la extraña sensación de que no todo encajaba, parecía que quedaban flecos sin resolver, sobre todo con personajes muy importantes... así llegué, casi sin proponérmelo, a conocer a los que desde ese momento se convertirían en mis archienemigos, la todopoderosa APMS, la Asociación de Pastores Mesetarios en la Sombra, modernos herederos de la Mesta imbuidos por un odio atávico hacia los que, como yo, nacimos en el cuadrante noreste de la península.

Hoy llegó en el correo la mortal, pero ineludible, invitación, la AMPS quiere conocerme cara a cara y para ello me envía una, en apariencia, inofensiva invitación a comer en un restaurante castellano sito en la Av. Tibidabo.
No me engañan, sé que ese restaurante es la sede de su hermandad, y que me reservan la más terrible de sus torturas, la muerte por atiborramiento, un ancestral martirio íbero consistente en inflarte a añojo asado y tinto de la Ribera hasta la muerte.
Así que desde este blog se irán desgranando mis investigaciones, aunque yo ya no esté...