La verdadera Revelación

No fue mi primer hallazgo, pero sí el más importante, justo es que sea el primero en ser revelado.

¿Qué personaje ha condicionado más la vida de Occidente? Sí, lectores, Jesús era catalán, y mis investigaciones lo demuestran de forma irrevocable. Sólo si somos capaces de correr el velo cegador con el que los maestros de la APMS han distorsionado la verdad, entenderemos que la concatenación de coincidencias es abrumadora, y así comprenderemos que Cristo nació efectivamente en el pueblo de los favoritos de Dios. Analicemos los hechos y su interpretación:

Belén ¿de verdad creemos que un Mesías elegiría un pueblito olvidado? Belianés, fue el lugar, en la actual Lérida, célebre por su feria anual del aceite, ¿qué significa Cristo? El “ungido” y ¿con qué se unge? con ese preciado aceite que, nada más nacer se aplicó a Su frente. Jesús, hijo de Josep Fuster y María llamada la Inmaculada (era muy limpia), estaban allí para ser censados. La noche que nació compartió un establo con tres condes, no reyes, catalanes, pues hay que tener en cuenta que el Imperio Catalán es el único en la historia que nunca tuvo emperadores, ni reyes.

Uno de los primeros milagros fue el de las bodas de Can Anna, donde despreciando el vino celta, traído a la sazón de fuera del Imperio, pagó él mismo las ánforas de xarel∙lo y parellada que dignificaron el enlace. A partir de entonces se suceden las sanaciones y milagros, la pesca milagrosa en el lago de Banyoles, caminó sobre las aguas en Comarruga...

Fue conducido a un terreno infernal, el desierto de los Monegros para ser tentado en su trayectoria, que culminó a las puertas de Barcelona. La última tentación fue en la cima de una montaña, desde la que, mostrándole todos los reinos del mundo el diablo le dijo (Mateo 4.9) “Todas estas cosas te daré, si postrándote delante de mí me adorares” el nombre de esa montaña aún hoy recuerda el hecho: Tibidabo, “te daré” en latín, lengua en la que hablaba el diablo y de la que luego derivó el castellano.

Llega por fin a Barcelona donde es recibido con júbilo y alegría, todo el mundo aplaudía, daba palmas, no llevaban hojas de palma. Después de predicar en su lengua natal, el catalán, una noche mientras cenaba con sus discípulos vinieron a prenderle, al escuchar los golpes en la puerta se le oyó murmurar "què volen aquesta gent que truquen de matinada?”

Lo demás es de sobra conocido, la pasión y crucifixión con el insultante INRI, cuyo auténtico significado es Iesu Noensestimen Rex Iberorum. La crucifixión y sepelio tuvieron lugar en el monte llamado de los judíos, Montjuich, de ahí probablemente que todo el mundo aceptase erróneamente su procedencia judía.

Después de haber demostrado de forma irrefutable la catalanidad de Cristo, sólo me queda añadir moviéndonos en cuestiones de fe que, ateniéndonos al dogma católico, si Cristo es el Hijo, parte indisoluble y consustancial de la Santísima Trinidad, que son Padre, Hijo y Espíritu Santo... Dios es también catalán.